Obesidad

23.04.2016 20:00

¿POR QUÉ ME CUESTA TANTO ADELGAZAR Y MANTENERME EN MI PESO?

El cuerpo fabrica grasa porque es necesaria para protegerlo y aislarlo y también como tejido de sostén de las distintas estructuras que conforman nuestra biología.

Tenemos que proteger y aislar nuestro cuerpo y nuestros órganos del frío, del calor y de los golpes; así pues la grasa es necesaria y vital para nuestro organismo.

El exceso de grasa y la retención de la misma hasta el punto de que alcanzamos sobrepeso y podemos llegar a la obesidad, es debido a las instrucciones “erróneas” que recibe nuestro cuerpo.

Estas “instrucciones” son las órdenes que nuestro cerebro emite a todas nuestras células para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, que a través de los neurotransmisores, activa las glándulas que ponen en funcionamiento los mecanismos de supervivencia del cuerpo.

Cuando nuestra mente está constantemente emitiendo pensamientos que ponen en peligro mi existencia, el cerebro se activa en forma de alerta y manda mensajes al cuerpo para que éste se ponga en modo “supervivencia”.

El cuerpo, la biología, tiene como única función mi supervivencia, por tanto si emito pensamientos que activan las instrucciones de peligro, mi cuerpo reaccionará para protegerme y defenderme, para aislarme de la amenaza.

En este estado de alerta por mi supervivencia, es cuando las funciones de protección y aislamiento se desencadenan dando lugar a la generación de lípidos (grasas) para asegurar mi vida.

Cuando esto ocurre es cuando tenemos exceso de grasa, sobrepeso, porque en realidad en mi vida no está sucediendo nada, no hay ninguna amenaza real, son los pensamientos de la situación que estoy viviendo que hacen que mi cerebro los perciba como reales, cuando en verdad son sólo pensamientos.

Si yo temo por mi familia, si temo que les pueda suceder algo a ellos o a mí misma, si pienso que tengo que hacer cosas por los demás, si creo que yo no importo, que nadie me ve, que soy una persona fea, ……… lo que estoy haciendo en realidad es decirle a mi cuerpo que tiene que protegerme y aislarme de todas esas amenazas que veo en el exterior y por tanto mi biología, que funciona perfectamente, obedecerá esas órdenes de protección, sostén y aislamiento para proteger mi vida, y lo va a hacer en este caso en forma de grasa.

Cuando estos pensamientos se mantienen por un periodo de tiempo prolongado, es cuando mi cuerpo no desactiva la señal de peligro y sigo fabricando grasa para protegerme y aislarme de la amenaza y se acumulan los kilos.

Es por esta simple razón que cuando hago dieta puedo bajar unos cuantos kilos, obviamente lo que ingiero tiene una gran influencia en mi organismo, y por tanto al cambiar mis hábitos alimenticios y pasar a ingerir alimentos hipocalóricos combinados correctamente, mis funciones biológicas también reaccionan y dejan de fabricar o acumular lípidos y calorías. Pero si no desactivo mi estado de alerta mental, el cerebro que es el órgano que rige las funciones biológicas de mi cuerpo, sigue protegiéndome y aislándome, con lo cual en el momento en que se acaba el período de mi dieta, el cuerpo al poco tiempo vuelve a engordar.

Los hábitos de alimentación y de vida sana como el deporte y un buen descanso, son también fundamentales para mantener mi cuerpo en perfecto estado.

El cuerpo es una máquina perfecta pero hay que mantenerla, al igual que si fuera un ordenador, hay que tener todas las piezas funcionando correctamente. ¿Pero qué pasa con el software, con los programas mentales? Es de vital importancia para nuestro organismo que el software base, el cerebro, dé las instrucciones adecuadas a la máquina, sino por más que nos esforcemos en llevar el ordenador al servicio técnico cuando no va bien (dietas, deporte…), si no actualizamos y modificamos el software (nuestros pensamientos), el sistema mente-cuerpo seguirá dándonos “error”.

Ahora ya sabes por qué las dietas duran poco y también por qué cuesta tanto perder esos kilos de más. Hay que desactivar los pensamientos que ponen a nuestro organismo en alarma y dar las instrucciones correctas a nuestro cerebro para que deje de creer que hay peligros acechando en  nuestras vidas.

El depredador no existe, busca la clave en tus pensamientos y desactiva el mecanismo de alerta.

Si quieres saber cómo contáctanos. En pocas sesiones notarás grandes cambios.

Equipo SENSUS VITAE

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