Por qué te quedas en una relación que no te conviene (y qué puedes hacer para dejarla)

21.10.2016 19:00

¿Qué te hace quedarte en una relación que va mal?

¿Qué te hace volver a contarle a tu pareja un problema cuando sabes que no va a entenderte de verdad?

¿Qué te hace llamarla para hacer las paces una vez más, después de haberte jurado que era la última vez que soportabas una discusión?

Hay varias respuestas, porque cada uno pensamos y sentimos de manera diferente. Sin embargo, muchos seres humanos compartimos una idea:

Te quedas en una relación que va mal porque tienes esperanza

Esperas que las cosas cambien a mejor: que tu pareja te dé apoyo emocional cuando tienes un problema, que respete tus ganas de pasar tiempo solo o que se haga responsable de su parte cuando discutís. Pones tu esperanza en que haga o diga algo diferente.

Y aunque desear todo esto es lógico, ese tipo de esperanza a veces es peligrosa.

La esperanza peligrosa es como ir a la ferretería a comprar leche.

Hace tiempo leí en internet esta frase que usan en el programa de Al-Anon, una organización que ayuda a familiares de personas con adicción al alcohol.*

Deja de ir a la ferretería a comprar leche.

Es una expresión que me gusta mucho porque resume lo que hacemos cuando tenemos esperanza de que una relación funcione.

¿Te lo imaginas?. Abres la nevera y ves que te has quedado sin leche. Coges el coche y, sin dudarlo, conduces hasta la ferretería. Caminas ansioso entre tornillos, alicates y alambres buscando los cartones de leche. Pero no los encuentras. Y lo peor es que cada vez que te quedas sin leche vuelves otra vez a la ferretería, a caminar pasillo arriba y abajo con la esperanza de encontrarla.

Esto es lo que haces cuando tu pareja no satisface un deseo o necesidad tuyo pero tú insistes, con la esperanza de que, en esta ocasión, sí lo hará. No hay leche en la ferretería, pero sigues yendo allí a buscarla.

Por qué te quedas en una relación que no te conviene (por qué vas a la ferretería a por leche).

Los vínculos son imprescindibles para el ser humano: nos dan seguridad emocional y física, y también un lugar en el que disfrutar, sentirnos queridos y contar con el apoyo de un equipo de a dos. No tienes ningún problema por desear que tu relación de pareja funcione, al contrario, ¡es sano!.

Posiblemente te quedas en una relación que no te conviene porque romper este vínculo implica enfrentarte a la soledad y el miedo de perder ese lugar seguro. Es normal.

Pero es probable que también te quedes porque has idealizado lo que esa persona es, o lo que es capaz de darte.

Yo también he estado ahí en alguna ocasión.

Siguiendo con la metáfora, yo pensaba que en la ferretería podían hacer una excepción y encargar leche para mí (esas cosas se hacen por amor, ¿no?). Otras veces la buscaba porque un día vi un cartón de leche en algún estante, quizá se lo dejó alguien, pero los días siguientes ya no estaba. ¡Y hasta he exigido enfadada al encargado del almacén que incluya la leche en el inventario!.

Y lo que es peor aún, he llegado a convencerme de que lo mejor era “aprovechar lo bueno de la situación” y comprar cinta aislante en vez de leche.

Tú ya me entiendes.

Es muy frustrante. ¡Cuándo dolor te puedes causar volviendo allí una y otra vez! En una ferretería tienen lo que tienen, ni más ni menos. Pensar otra cosa es idealizar.

Idealizar es poner tus expectativas en una persona que en ese momento no tiene las habilidades de relación o emocionales para acompañarte de la forma que necesitas.

Y no me refiero a una incapacidad puntual, porque ni tú ni yo somos perfectos, sino a una actitud de base, a algo que esa persona hace o deja de hacer una y otra vez.

No digo esto para que culpabilices al otro, sino para que consideres que esa persona, por su carácter o por las capacidades que tiene en este momento, no está disponible para ofrecerte lo que quieres.

Qué puedes hacer para salir de esa relación: cómo dejar de ir a la ferretería a comprar leche.

Para dejar de ir a la ferretería a comprar leche necesitas tener varias cosas en cuenta a la vez. Considera lo siguiente no como ideas aisladas, sino como un “pack” completo:

  • El primer paso es aceptar que tú te has enfocado en una persona que, simplemente, no puede darte lo que quieres o necesitas. Es duro, lo sé.
  • Dejar de tener esperanza y de ir a la ferretería te va a doler. Hay personas que pasan por encima de esta fase buscando una distracción u otra relación, mirando sólo al futuro. Tienes que hacer el duelo, de verdad, porque estamos hablando de la pérdida de un vínculo real.
  • Si no vas a la ferretería a por leche, ¿a dónde vas? Pues al supermercado, a tu tienda biológica o a la tiendecita del barrio. Empieza a buscar y cultivar relaciones que tengan la disponibilidad de darte lo que necesitas o quieres. Quizá sean amigos, familia, compañeros de trabajo o algún hobbie o un terapeuta (sí, también). Cuidarte a ti mismo a través de este tipo de relaciones es muy reparador a nivel emocional.
  • Recuerda que nadie es perfecto, así que en tu tienda favorita pueden quedarse sin leche un día o una semana. Las personas nos ponemos enfermas, necesitamos estar solas o nos estresamos y, por tanto, no siempre estamos disponibles. Pero se trata de momentos puntuales. Ten fuentes alternativas para estas situaciones, porque son parte de la vida.

Es crucial que sepas distinguir entre las personas que no están disponibles de forma puntual de las que no lo están de manera habitual. Reconocer esta diferencia te ayudará a tener compañía, escucha o motivación cuando la busques, y por tanto a sentirte bien nutrido y ser más feliz.

En resumen

Es fácil quedarse en una relación que no te conviene porque todos necesitamos tener vínculos. También es fácil porque tenemos esperanza de que las personas cambien, o las idealizamos. Para salir de ahí necesitas entender que algunas personas no tienen ciertas habilidades de relación o emocionales.

Busca otras fuentes en las que puedas encontrar aquello que necesitas y quieres; estas interacciones te ayudarán a sanar el dolor de las experiencias pasadas y a sentirte querido.

Tu turno

Si estás en una situación parecida puedes empezar por incluir poco a poco en tu vida relaciones que te den lo que deseas de verdad.

Si ya has pasado por algo parecido, ayúdame a enriquecer la experiencia de los demás cuando lo lean. ¿Tienes alguna idea, sugerencia o solución? Deja un comentario en esta página y pasa a formar parte de este artículo.

 

Con cariño, 

Aportación de...

Cristina Enjuto